Einstein no dio señales tempranas de genio. De hecho, fue lento para aprender a hablar, tenía un comportamiento taciturno de niño y, en lugar de jugar con sus compañeros, tendía a caminar pensativo y a soñar despierto. Uno de los primeros momentos de asombro de su vida fue descubrir una brújula magnética de su padre cuando tenía cuatro o cinco años. Observar cómo la aguja señalaba siempre en la misma dirección le dejó fascinado.
Os pongo algunas de sus célebres frases:
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Todo el mundo es un genio. Pero si juzgas a un pez por su habilidad para trepar árboles, vivirá toda su vida pensando que es un inútil
Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas
Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber
La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa
Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro
Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo
– Albert Einstein –